viernes, 1 de marzo de 2013

Definiciones.Origen etimológico y niveles entre ética y moral.

La palabra ética proviene del griego êthos y significaba, primitivamente, estancia, lugar donde se habita. Posteriormente, Aristóteles afinó este sentido y, a partir de él, significó manera de ser, carácter. Así, la ética era como una especie de segunda casa o naturaleza; una segunda naturaleza adquirida, no heredada como lo es la naturaleza biológica. De esta concepción se desprende que una persona puede moldear, forjar o construir su modo de ser o êthos.
¿Cómo se adquiere o moldea este êthos, esta manera de ser? El hombre la construye mediante la creación de hábitos, los  se alcanzan por repetición de actos. El êthos o carácter de una persona estaría configurado por un conjunto de hábitos y como si fuera un círculo éste êthos o carácter, integrado por hábitos, nos lleva a realizar unos determinados actos, que provienen de nuestra manera de ser adquirida.
La palabra moral traduce la expresión latina moralis, que derivaba de mos (en plural mores) y significaba costumbre. Con la palabra moralis, los romanos recogían el sentido griego de êthos: las costumbres también se alcanzan a partir de una repetición de actos. A pesar de este profundo parentesco, la palabra moralis tendió a aplicarse a las normas concretas que han de regir las acciones.
Así, pues, desde la etimología, hay poca diferencia entre ética y moral: una y otra hacen referencia a una realidad parecida. Pero hoy, pese a que a menudo se usan de manera indistinta como si fuesen sinónimos, se reconoce que tienen significados divergentes.
 

Ética y moral, hoy: dos niveles diferentes
Tan antiguo como la misma humanidad es el interés por regular mediante normas o códigos, las acciones concretas de los humanos; en todas las comunidades, en todos los pueblos, sociedades o culturas encuentran prescripciones y prohibiciones que definen su moral.
Ahora bien, junto al nacimiento de la filosofía apareció otro tipo de interés, el de reflexionar sobre las normas o códigos ya existentes, comparándolos o buscando su fundamento. Estos dos diferenciados niveles de interés o de actividad humana constituyen lo que conocemos hoy, respectivamente, por moral y ética. Veamos:
La moral es un conjunto de juicios relativos al bien y al mal, destinados a dirigir la conducta de los humanos. Estos juicios se concretan en normas de comportamiento que adquiridas por cada individuo, regulan sus actos, su práctica diaria. Ahora bien, ni las normas o códigos morales se proclaman como el código de circulación, ni cada persona asume o incorpora automáticamente el conjunto de prescripciones y prohibiciones de su sociedad, ni cada sociedad o cultura formulan los mismos juicios sobre el bien y el mal.
Es por todo eso que la moral a menudo  es un conjunto de preguntas y respuestas sobre qué debemos hacer si queremos vivir una vida humana, es a decir, una vida no con imposiciones sino con libertad y responsabilidad.
La ética, por otro lado, es una reflexión sobre la moral. La ética, como filosofía de la moral, se encuentra en un nivel diferente: se pregunta por qué consideramos válidos unos y no otros comportamientos; compara las pautas morales que tienen diferentes personas o sociedades buscando su fundamento y legitimación; investiga lo qué es específico del comportamiento moral; enuncia principios generales o universales inspiradores de toda conducta; crea teorías que establezcan y justifique aquello por el que merece la pena vivir.
La moral da pautas para la vida cotidiana, la ética es un estudio o reflexión sobre qué origina y justifica estas pautas. Pero las dos, si bien son distinguibles, son complementarias. Del mismo modo que teoría y práctica interaccionan, los principios éticos regulan el comportamiento moral pero este comportamiento incide alterando los mismos principios. A menudo los conflictos de normas morales que aparecen cuando tenemos que tomar decisiones son el motor que nos impulsa a una reflexión de nivel ético. Es por ello que Aranguren, reconociendo la vinculación entre teoría y práctica, llama a la ética moral pensada y a la moral, moral vivida.



    Reflexión:
                                                
Estamos a nivel moral cuando:
Estamos a nivel ético cuando:
Cumplo una promesa hecha ayer pese a que hoy me doy cuenta de que su cumplimiento me crea problemas.
Razonamos que los pactos han de cumplir se siempre, del contrario, en lugar de acuerdos entre amigos, tendríamos que hacer contratos legales.
Ayudo voluntariamente a un compañero de clase si bien me arriesgo a herir su orgullo.
Me pregunto sobre qué tiene más valor moral, la intención que inspira un acto o los resultados que con él se obtienen.
Decido si tengo que ser o no sincero con un compañero de clases que parece quiere ser amigo mío.
Reflexiono sobre valores, preguntándome si el valor de la autenticidad es preferible que el valor de la amistad.
Rechazo robar la calculadora de un compañero de clases sabiendo que nadie me ve.
Tengo presente la máxima o regla de oro: "No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti".
  
Características  de  la  Ética
v  Es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas. 
v  Es un conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha       realizado y establecido como una línea directriz de su propia conducta.
v  La ética, es científica ya que existe la sistematización, la organización y está sujeta a comprobación.
v  Es racional, ya que está basada en una metodología lógica, porque sigue una secuencia, iniciando por la Inteligencia, luego la voluntad  y su punto culminante a la libertad.
v  Es práctica, ya que es funcional y por lo tanto congruente con la propia personalidad.
v  Es normativa, porque establece su propio carácter por medio de normas personales.

Características de la Moral
v  La moral es el hecho que encontramos en todas las sociedades.
v  Es el conjunto de normas a saber que se transmiten de generación en generación, evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes diferencias respecto a las normas de otra sociedad y de otra época histórica.
v  Estas normas se utilizan para orientar la conducta de los integrantes de esa sociedad.
      Los estudiosos éticos han sugerido cinco características que ayudan a establecer la naturaleza de los estándares morales, las cuales se aprecian en el libro Ética en los negocios conceptos y casos prácticos por Manuel Velásquez, estos son:
v  Manejan asuntos que pensamos que dañarían o beneficien  significativamente a los seres humanos.
v  Los estándares morales no se establecen o cambian por cuerpos de autoridad específicos.
v  Los estándares morales deben referirse a otros valores incluso el interés personal, se basa en consideraciones imparciales.
v   Están asociados con emociones y vocabularios especiales.

Relación de la Ética con otras disciplinas

Ética con la Psicología: la psicología se parece a la ética en cuanto a que también estudia los actos humanos, pero ésta los explica en el aspecto del hecho y la ética solo se interesa en las normas de derecho de ese acto, es decir la psicología solo estudia el acto como objeto material, el por qué ocurre. La ética en cambio estudia la bondad o maldad de dicho actos.
       Ética y la Sociología: la sociología surgió en el siglo XIX gracias a las   aportaciones de Augusto Comte y de Karl Marx.. Estudia el comportamiento del hombre en forma global, es una ciencia de hechos, mientras que la ética es una ciencia de derechos.

        Ética y el Derecho: el derecho es un conjunto de normas que rigen la conducta humana y en esto se parece a la ética, sin embargo, difieren entre las normas propias de cada una.
        Existen cuatro diferencias principales: las normas de la ética son autónomas (cada individuo debe darse sus normas propias) y las del derecho son heterónomas (las normas provienen de una autoridad diferente al individuo).Las normas de la ética rigen aspectos internos y las del derecho aspectos externos.
         Las normas de la ética son unilaterales (el cumplir una norma no implica el surgimiento de un derecho o una obligación por parte de otras personas), y las del derecho son bilaterales (una obligación implica un derecho y viceversa).
 Las normas de la ética son incoercibles (aún cuando tienen un carácter obligatorio, generalmente no conllevan un castigo explícito en el caso de no cumplirlas) y las del derecho son coercibles (la autoridad que ha establecido ciertas normas civiles, tiene la facultad de exigir el cumplimientos de ellas, y para llevar a cabo dicha tarea, impone vigilancia, fiscalización, sanciones).

        Ética y la Economía: la economía es la ciencia que trata de la producción, distribución y consumo de los bienes materiales. Sus temas son, el trabajo, la mercancía, el dinero, la ganancia, la utilización del trabajo, y el comercio.La ética relacionada con esta ciencia en el aspecto de la vida del ser humano: su subsistencia, sus problemas pecuniarios, su lucha diaria por el alimento, la vivienda y la ropa. Todo esto está afectado por la explotación del asalariado, la injusticia en el pago de sueldos, la falta de higiene en las fábricas, la falta de esmero en el trabajo del obrero o la responsabilidad de los empleados.

        Ética y la Pedagogía: la pedagogía es el estudio de la educación, el significado de la palabra educación proviene del vocablo educere, que significa conducir, guiar y también sacar hacia fuera, desarrollar lo que está implícito. También consiste en lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe hacer. En sí la educación es una disciplina que complementa a la ética y viceversa. La ética dicta que es lo que hay que hacer, en tanto que la educación muestra el modo en que podemos lograr lo propuesto por la ética.
          
Ética y la Teología: en este caso la teología moral trata de la valoración moral de los actos humanos, mismo tema que el de la ética, pero esta última utiliza la razón como instrumentos de su estudio y la Teología Moral además de la razón utiliza los datos de la fe como la biblia y fuentes afines.

       Ética y la Religión: la religión es la relación entre el hombre y Dios. Es un contacto íntimo de la persona con un Ser infinito, del cual procede y ante el cual puede ponerse gratificante y reconfortante. La ética se relaciona con la religión en la siguiente manera:Una persona que mantiene un contacto íntimo con Dios, normalmente obtiene en ese contacto la guía personal de su conducta correcta, se contacta simultáneamente el Ser absoluto, el terreno de los valores y la fortaleza de conducirse en la vida cotidiana. La Religión institucionalizada contiene una serie de preceptos, la mayoría de ellos con un alto valor moral, como son la caridad, la humildad, el sentido comunitario, la compasión y la piedad. Es por esto qué la ética y la religión guardan una muy estrecha relación, pero la ética científica y la filosófica procuran mantener su autonomía con respecto a las normas morales que pueden surgir, y de hecho han surgido, a partir de la religión, sea esta última, una vivencia o una institución.


Importancia de la ética                  
Integrar la ética a nuestras vidas, no debería ser motivo de asombro o presunción, ya que debe ser algo con lo que debemos convivir diariamente, pero al parecer es un tema muy serio y algo complicado en nuestra realidad actual, ya que en ocasiones la ética solo se utiliza como un simple maquillaje en nuestras acciones cotidianas. Debemos de estar plenamente consientes y convencidos de que la ética se rige bajo principios universales básicos, como por ejemplo la justicia, (todos apreciamos la justicia desde el momento en que a nadie le gusta ser tratado injustamente). Por lo tanto depende de nosotros mismos, el establecer un entorno ético, con nuestra familia, amigos, y principalmente con nuestros colaboradores, para tal misión, debemos de emprender una serie de acciones y actitudes, cuyo objetivo sea el despertar las reflexiones que fomenten la cultura ética en todos y cada uno de nosotros, como por ejemplo elaborando y formando un código de valores sobre el cual vamos a proyectar nuestra vida, bajo la premisa de que no se debe de imponer dicho código, si no que éste debe de surgir bajo la visión, de que al darle vida, no solo crearemos un entorno de trabajo agradable sino podemos hacer que nuestras acciones traspasen nuestras fronteras laborales para hacerlo llegar a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Pero definitivamente, el decidir llevar un estilo de vida con actitudes apegadas a la ética, resulta más que difícil, pues tal parece que en nuestros días, estas acciones no son muy remuneradas económicamente, al contrario, nos hacen vernos fuera de ritmo, dentro del mismo ritmo de vida que marca la sociedad actual. Por tanto, debemos de hacer conciencia, de que requerimos con urgencia personas apegadas a la ética, esto es lo que necesitamos en nuestros días para poder salir adelante en todos los aspectos de nuestra vida, y así mejorar nuestro nivel de vida y por ende el país, del que formamos parte.

Valores y Principios
Los valores éticos son aquellas formas de ser o de comportarse, que por configurar lo que el hombre aspira para su propia planificación o la del género humano, se vuelven objetos de su deseo más irrenunciable; a los que el hombre busca en toda circunstancia porque considera que sin ellos, se frustraría como tal. Los valores éticos son muy diversos. No todos tienen la misma jerarquía y con frecuencia entran en conflicto entre sí, de ahí que haya que buscar formas eficaces de resolver esos dilemas. Así, por ejemplo, no tiene la misma importancia el valor conservar la vida que el valor tener placer Para poder resolver esos conflictos es imprescindible saber cuál es el Valor ético último o máximo, aquel valor innegociable y siempre merecedor de ser buscado en cualquier ocasión. Toda teoría ética tiene un valor ético supremo o último, que hace de referencia ineludible y sirve para juzgar y relativizar a todos los demás valores, como si fuese un patrón de medida.
Designamos como valor a aquella cualidad que tienen las cosas y las acciones y los comportamientos humanos que las hace estimables y deseables por sí mismas y no por relación a alguna otra cosa. En este sentido diremos que son queridas como fin y no instrumentalmente. Así, por ejemplo, si alguien tiene como valor la solidaridad diremos que quiere ser solidario por sí mismo, y no por relación a alguna otra cosa, como, por ejemplo, hacerlo por prestigio social.

Por lo demás, no todos los valores son iguales para nosotros; consideramos que algunos son superiores, o más importantes, que otros. Así, solemos estimar la sinceridad como un valor importante, pero probablemente estaríamos todos de acuerdo en considerar correcto mentir para salvar la vida de un ser humano. De este modo, el valor de la vida humana es superior al de la sinceridad
Principios
Son imperativo categórico justificables como válido por la razón humana para todo tiempo y espacio (universalmente válidos). Son orientaciones o guías para que la razón humana pueda saber cómo se puede concretar el valor ético último. Afirmar que toda persona es digna de respeto es formular un Principio que instrumenta el valor supremo que es la Persona humana; y a su vez hace de fundamento para la norma categorial de no matar al inocente o de no mentir.
Cuando se asienta el principio de que toda persona es digna de respeto en su autonomía se está diciendo que ese es un imperativo ético para todo hombre en cualquier circunstancia, no porque lo imponga la autoridad, sino porque la razón humana lo percibe como evidentemente válido en sí mismo. Pensar que una persona pueda no ser considerada digna de respeto parecería que es contradictorio con el valor libertad que parece tan esencial a la naturaleza humana.
Fines y Medios
Fines y medios no son valores independientes, que se puedan juzgar por separado, porque los fines de alguna manera proceden de los medios; si no, no se conseguiría ningún fin: nadie da lo que no tiene. Es absolutamente imposible que un medio injusto conduzca un fin justo; sería una tremenda contradicción.
El fin alcanzado por medios injustos pierde su calidad de fin y no puede ser bueno. «La naturaleza de los fines está implicada en la naturaleza de los medios -dice J.M. Ibáñez-Langlois-. En cierto modo los medios contienen ya el fin; los procedimientos anuncian el resultado. Predicar, matar, conmover, forzar, orar, no son medios neutros que sirvan para cualquier fin: cada uno lleva implícito el resultado». La bala lleva consigo la muerte.
Valores y Hechos
Valoramos y somos valorados. Valoramos las acciones de los otros, valoramos las personas de nuestro entorno y valoramos los objetos que nos rodean; simultáneamente, los otros valoran nuestras acciones y valoran nuestra persona. Los humanos no sabemos vivir sin valorar; no tenemos una actitud indiferente y pasiva frente a la realidad, sino que la sentimos bella o fea, buena o mala, agradable o penosa, como noble o vil.
Atribuimos un valor a una acción cuando afirmamos que es buena, atribuimos un valor a una persona cuando decimos que es bella, atribuimos un valor a un objeto cuando afirmamos que es útil. Pero las cualidades buena, bella y útil aplicadas a una acción (por ejemplo, ayudar a un amigo), a una persona (por ejemplo, a la María) o a un objeto (mis deportivas) no son visibles como lo son las acciones o las personas, ni se pueden tocar como se pueden tocar los objetos.
Un valor es, pues, una cualidad, una propiedad o una característica que, atribuida a acciones, personas u objetos, justifica una actitud positiva y preferencial hacia ellos. Una acción, una persona o un objeto forman parte del mundo de lo que es; son hechos. Cuando hablo de ellos, estoy haciendo una descripción de una realidad física.
Es descripción de un hecho o un enunciado fáctico la expresión: por internet circulan miles de textos. Los enunciados fácticos son verdaderos o falsos en función de su correspondencia o no con los hechos. Pero, ¿qué pasa si afirmo: internet es una red fantástica? Ahora ya no hablo de hechos, sino de valores: he ido más allá de los hechos: a la red le atribuyo una cualidad positiva y muestro mi actitud favorable, mi estima o mi apreciación.
Es una valoración de la cual no se puede decir que sea verdadera o falsa. Descripciones y valoraciones son dos maneras de hablar de la realidad: en nuestras descripciones enunciamos juicios de hechos, en nuestras valoraciones, juicios de valores.
La distinción entre hecho y valor ha sido muy esclarecedora en los debates éticos. Nos muestra los dos mundos en los cuales nos movemos los humanos, el mundo de lo que es y el mundo de lo que debería ser. Lo que debería ser es aquello deseable y bueno que consideremos un valor.
Cuando tenemos dudas sobre si lo que tratemos es un hecho o un valor podemos hacernos la siguiente pregunta: el enunciado, se refiere a tal y como son las cosas o a tal y como deberían ser? obviamente, si se refiere a tal y como deberían que ser las cosas, entonces estamos hablando de valores. Así, pues, las cualidades valorativas van más allá de los hechos, muestran una especie de plus, una apertura a un mundo superior.
Valores Morales                   
Los valores sirven para orientar la acción humana. Dado que existen tipos de acciones, existen diferentes tipos de valores.
a) Acciones de carácter técnico-práctico: son las que se refieren a los problemas de subsistencia y mejoramiento de la vida material. Por ejemplo, la fabricación de productos para nuestro bienestar.
b) Acciones de carácter estético: son las referidas al ámbito de la belleza, de lo que es agradable. Por ejemplo, escuchar música o pintar un cuadro.
c) Acciones de carácter moral: referentes al "deber ser" en nuestra relación con los otros.
Por ejemplo, no engañar a alguien aunque hacerlo me beneficiara. Lo que tienen más propio los valores éticos (o, si queremos, los valores morales) es el imperativo de acción que conllevan, es decir, son unos valores que se nos imponen como pautas de nuestra acción. Los valores éticos, pueden no coincidir con nuestros deseos, pero sentimos que debemos intentar realizarlos, si no queremos perder categoría como personas que somos.
Nadie está obligado a ser una persona bella, ágil o simpática, pero toda persona está moralmente obligada a ser justa. Los valores éticos, a diferencia de los que no lo son, dependen de la libertad humana: una persona puede no ser justa, negando la exigencia universal de justicia. Y porque dependen de la libertad, los valores éticos sólo pueden atribuirse a las personas, no a las cosas: un paisaje puede ser bello pero no justo, unos zapatos deportivos pueden ser cómodos pero no buenas en sentido moral.
Valores Lógicos
Son aquellos que están obligados al modo y forma del pensamiento humano y del conocimiento científico. De que cada acontecimiento o hecho sea evidente y tenga la forma natural.
Esto quiere decir que el hombre por lógica tiene valores como por ejemplo: el amor, la bondad, el respeto, a veces juzgamos a las personas por que no tienen amor para con el prójimo pero si sienten amor al trabajo o al dinero por decir algo. Porque hay variedades de amor, o también hay quienes tienen amor por el prójimo y no tienen amor para el trabajo.
Valores Estéticos
Los valores estéticos y escénicos no son una simple cuestión de gusto personal. Es posible también establecer normas y asesorar sobre cómo los árboles y los bosques pueden enriquecer los valores estéticos y escénicos.
Los valores estéticos aluden a los patrones que permiten describir un objeto como belleza o carente de belleza. Por ej.: una noción general, acerca de la belleza de la mujer, que depende de que sea joven y extremadamente delgada.
Los valores estéticos  pueden cambiar, los valores éticos no, ya que lo que cambia es el pensamiento de la persona.
Valores y elección
Los valores son proyectos ideales de comportarse y de existir que el ser humano aprecia, desea y busca. Son opciones personales que se adquieren desde las posibilidades activas de la voluntad, marcan la personalidad.
No obstante, la elección no se hace nunca en el vacío; se hace de acuerdo con valores que representan las preferencias humanas y sirven así para orientar la acción. Todos los valores comportan un deber ser: es deseable ser alegre, ser enérgico, ser útil. Pero los valores éticos, además de éste deber ser implican un deber hacer, son una prescripción o norma que tenemos que cumplir.
Leer más:
http://www.revista.unam.mx/vol.6/num3/art19/mar_art19.pdf











 





















































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