jueves, 14 de marzo de 2013

Ética Docente

Enseñar es una tarea que dignifica la persona, el logro de una enseñanza capaz de proporcionar a los estudiantes la posibilidad de aprender a aprender adquiere una importancia de primer orden. Debe existir un límite de respeto, se debe evitar la camarería, el estudiante debe saber quién es el profesor y hasta donde debe llegar, es bien sabido que el facilitador o profesor es el que coloca las pautas en el salón de clase y fuera de este. EL profesional que funge como docente debe ser cuidadoso y más si su tarea es educar adulto, ya que ellos suelen ver al docente como sus iguales. Para que pueda reinar un clima de respeto en el aula y fuera de ella se debe fomentar el respeto, entre los alumnos y el docente. El rol central del docente es el de actuar como mediador o intermediario entre los contenidos del aprendizaje y la actividad constructiva que despliegan los alumnos para asimilarlos. Sin dejar de reconocer que la enseñanza debe individualizarse en el sentido de permitir a cada alumno trabajar con independencia y a su propio ritmo, también es importante promover la colaboración y el trabajo grupal. El docente como facilitador debe estar preparado para dimensionar la labor que realiza, por lo tanto, el resultado obtenido dependerá de la eficacia empleada.
¿Por qué el docente debe observar una conducta ética?
La normativa ética puede plasmarse en normas escritas o de costumbres arraigadas. En las instancias del Poder, la norma consuetudinaria es menos eficaz que la norma escrita.
El Profesional de la Docencia no puede esquivar o eludir su responsabilidad ante una sociedad en plena transformación. Hay una responsabilidad directa en la gestión de los asuntos públicos, que debe complementarse con un Código de Ética de obligada observancia, dado que toda amenaza al mismo es una amenaza al espíritu de la organización, y en particular a la Organización Educativa donde se desenvuelve profesionalmente.
En una sociedad donde la crisis de valores es reseñada y apuntalada casi a diario, las prácticas antipáticas en contra de la organización son modos seguros de agravar las desigualdades y la marginación social. Los Códigos de Ética , se pueden presentar como elementos de equidad, que se reflejarán en la Organización social, la Competitividad, la Transparencia y la Excelencia en el desempeño de funciones y prestación de servicios.
La ética, tiene como objeto la interpretación de lo que está bien y lo que está mal en la conducta humana. En este sentido, tenemos tres clases de actos:
1º. Aquellos que el hombre debería hacer.
2º. Aquellos que no debería hacer.
3º. Aquellos que puede hacer o dejar de hacer.

 Principios y normas éticas en la gestión docente.
Principios éticos:
Principio de coherencia: implica el procurar una cada vez mayor sintonía entre lo que cree y lo que hace la persona.
La coherencia es el intento serio y permanente de que los propios actos coinciden con la escala de valores en que la persona cree, no se trata tanto de de lo que la persona dice, sino de lo que la persona cree como verdadero (no es la coherencia de otras personas, sino la suya propia).
Toda opción personal que suponga una incoherencia consciente, implicara un proceso de desintegración de la personalidad ética y su consiguiente frustración.
Principio de libertad: implica que la persona deba ir realizando en forma consciente responsable, y lo más independiente posible sus opciones, de modo de irse haciendo dueño de la propia vida.
La libertad personal es el resultado de un proceso mediante el cual la persona va asumiendo su vida y a partir de su realidad concreta la va conduciendo hacia lo que quiere construir de sí mismo.
En este proceso de irse haciendo dueño real de su propia vida la persona deberá enfrentar muchos condicionantes indebidos, internos y externos. Es así necesario que la persona enfrente todos los condicionamientos indebidos de modo que sus opciones corresponden a lo que quiere hacer de sí.
Principio de ecuanimidad: este principio refiere a la justicia para sí mismo, e implica la progresiva toma de conciencia de la propia realidad, ponderando adecuadamente sus limitaciones y posibilidades.
El camino de realización personal no es voluntario, es decir no es suficiente con desearlo y poner todo de sí para poder alcanzarlo. Es necesario también tomar en cuenta seriamente las posibilidades personales y del contexto para que sea viable el camino emprendido. Es más, será incluso necesario desarrollar una verdadera estrategia de vida que permita un desarrollo real en las condiciones concretas en que se encuentra la persona.
La tarea ética personal consiste en "llegar a ser lo que se puede con lo que se es”. Y este criterio se aplica tanto a la globalidad de la vida, como a cada una de las opciones que va conformando. Pretender menos de lo que realmente es posible, significa deslizarse hacia la mediocridad personal. Por el contrario, pretender más de lo aquí realmente es posible. Significa condenarse a la frustración personal.
 Normas ética:
Las normas éticas tienen la función de guiar el actuar cotidiano de la persona de modo que sea humanizante.
Las normas éticas se constituyen en referentes permanentes, y la persona los puede ir integrando como parte de sus hábitos y actitudes, convirtiéndose en virtudes.
Las normas éticas que debe seguir la persona en su actuar son:
La norma de intimidad: implica que la persona debe siempre respetar su interioridad, su profundidad, la riqueza que el mismo construye.
Toda persona constituye una originalidad única e irrepetible, que simultáneamente se descubre a sí mismo y se construye a sí mismo. Ella es condición de posibilidad de su propia realización. Por ello, necesita respetarse en toda sus dimensiones, especialmente en aquellas que refieren a su núcleo de sentido e identidad.
Norma de veracidad: Implica que la, persona debe siempre buscar y manifestarse la verdad a sí mismo, rechazando toda auto justificación ilegítima, falsa o deformante de la realidad. La persona tiene la necesidad de conocerse lo más verazmente posible, de modo de hacer posible la adopción de decisiones acordes con la propia realidad, Si la persona parte de supuestos falsos sobre sí mismo, difícilmente podrán ser apropiadas las decisiones que de ahí se deriven.
Para la persona no puede ser fácil aceptarse tal cual es, pero un intento sistemático es el único camino que existe para llegar a ser plenamente sí mismo.
Norma de la autenticidad: Implica que la persona debe siempre actuar con rectitud de conciencia, buscando siempre que esta sea cierta y formada. No debe, por tanto, acallar ni contradecir el dictamen serio de su conciencia moral. En fidelidad a la conciencia ética se acerca a lo más propiamente suyo como proyectos de sí, es decir a lo auténtico.

Actuar siempre con consciencia recta es garantía de de autenticidad ya que, aun en el error involuntario, la dignidad de la persona no es menoscabada. Por el contrario, toda decisión que contraviene la conciencia ética implica ya de por si la perdida de la autenticidad personal.
                                A continuación disfrutemos el siguiente video:

 

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